La Junta de Castilla y León afronta la rehabilitación integral del centro de Educación
Especial Nuestra Señora de la Esperanza en cuatro fases y con un
presupuesto global que se elevará por encima de los 650.000 euros.
La intervención tiene un carácter excepcional dada la importante
inversión que requiere en un momento de duros ajustes económicos y la
obligación de ejecutar las obras solo en los periodos de vacaciones
estivales, cuando los alumnos dejan el colegio. Además, cobra valor
porque se ejecuta en el único centro de educación especial que hay en
Segovia y la reforma afecta al cien por cien de la superficie
construida, 2.872 metros cuadrados, así como a los patios del complejo
educativo situado cerca de Vía Roma. “En la provincia de Segovia no se
había hecho nunca una renovación completa en un centro”, asegura la jefa
del Área Técnica de Construcciones de la Dirección Provincial de Educación,
Susana Moreno Falero. Convencidos de la necesidad de reformar un
complejo con más de 40 años de antigüedad donde reciben atención
especializada 73 alumnos con necesidades educativas especiales y
trabajan 50 profesionales, los integrantes del equipo provincial de Educación
han trabajado durante meses para conseguir que las reparaciones
realizadas en verano de 2012 no se quedarán una mera intervención
parcial y que los máximos responsables de la Consejería de Educación
dieran luz verde al proyecto global. Con este fin han elaborado
informes y han organizado visitas de titulares de la Consejería al
centro, hasta lograr el visto bueno a sus planes.
Cuatro años La primera fase de las obras se ejecutó el pasado verano
cuando se invirtió 68.000 euros en la renovación de zócalos, solados,
pintura, puertas e instalación eléctrica en un espacio de 582 metros
cuadrados.
El próximo mes de junio comenzará la segunda fase que cuenta con el
presupuesto más elevado del programa conjunto, unos 250.000 euros, y
será la operación más intensa ya que se dedica a mejorar la eficiencia
energética del edificio y crear servicios terapéuticos. Estará centrada
en la planta baja del aulario, un espacio de 684 metros cuadrados, donde
se cambiará la carpintería exterior, se renovarán instalaciones básicas
y se hará una redistribución de espacios para buscar más luz natural.
En esta fase destaca la renovación de los servicios sanitarios:
hidroterapia, fisioterapia, sala de psicomotricidad, enfermería... “Se
tira todo y se hace nuevo” señala Susana Moreno remarcando la
incorporación de un equipo de hidroterapia con “Tanque Hubbard”. También
se tocarán vestuarios y aseos del personal laboral y se incorporará un
aseo para discapacitados motóricos que esa zona no había.
Para el verano de 2014 está programada la rehabilitación de la primera
planta del aulario y de parte de los espacios exteriores que serán
sometidos a un proceso de mejora de accesibilidad, con un coste de
185.000 euros. La última fase se centra en la renovación del internado
donde residen habitualmente 30 niños, y del comedor. La inversión
destinada a las obras que está previsto ejecutar en 2015 es de 180.000
euros.
Selección de materiales
“Los alumnos que están allí merecen todo lo mejor y, además, cada vez
conocemos más sus necesidades y podemos adaptar mejor los espacios que
requieren”, declara la jefe del Área de Programas de Educación,
Resurrección Pascual que junto a Susana Moreno detalla la selección de
materiales seguros, cómodos, resistentes y agradables a la vista, como
zócalos impermeables de alegre colorido y fácil limpieza, o suelos
cálidos, a base de madera laminada de alta resistencia, que resistan el
arrastre de carros y muebles.